
Estas son 3 preguntas que necesitas para tu crecimiento personal y no lo sabías.
A ver… convengamos que la vida puede ser muy difícil si queremos crecimiento personal. Cuando digo vida, me refiero a la cotidianidad y escenario de cada quien. ¿Cierto? Todos tenemos y sobrellevamos determinadas situaciones, sin importar la etapa en la que nos encontramos, sin importar la edad. Por eso hoy te traigo esta reflexión para crecer.
La reflexión es dirigida a cómo podemos superarnos a nosotros mismos en nuestro interior. Crecimiento personal, crecimiento mental, crecimiento espiritual. Estas palabras y lo que implican están, desgastadas, pero siguen siendo necesarias. Ahí va pregunta a la respuesta que luego te darás… en 3 preguntas.
Nick Vujicic, predicador y orador motivacional nacido en Melbourne, director de la organización para personas con discapacidades físicas “Life Without Limbs”, (ha escrito cuatro libros muy recomendables si les interesan estos temas); en una de sus conferencias dio un discurso inspirador donde se centró en lo que proponemos reflexionar.
¿Tendrás la respuesta a estas 3 preguntas que te ayudarían en tu crecimiento personal?
—¿Quién eres y cuál es tu valor?
—¿Cuál es tu propósito en la vida?
—¿Cuál es tu destino?

Son 3 preguntas aparentemente sencillas, y que la verdad, inconscientemente luchamos con sus respuestas en nuestra cotidianidad. Valor, vida, destino. Tres de las palabras más importantes de nuestro habitar en el mundo, para ese crecimiento personal tan buscado.
En estas 3 preguntas se reúnen ideas y conceptos realmente importantes. Saber si realmente nos conocemos, fijar objetivos, accionar en base a ellos para diferenciar las metas de los sueños y la realidad de la imaginación. Definir no sólo quiénes somos, sino también, quién queremos ser, y actuar en función de conseguirlo, como arte del proceso que constituye vivir.
Vivir es entenderse, vivir es andar hacia alguna parte. Vivir, es disfrutar de nosotros mismos, pero también saber cuándo necesitamos espacio para repararnos. Enfrentarse, confrontarse, aprender, disfrutar pero también actuar, reconocer el pasado pero vivir asentado en lo que tenemos ahora, planear al futuro sin desdibujar el presente. el crecimiento personal comienza por enfrentar la vida.
Para ayudar a nuestro crecimiento, y además de motivación encontrar consistencia, para ser valientes aunque tengamos miedo… podemos reflexionar de manera sencilla sobre las posibles respuestas.
¿Quién eres y cuál es tu valor?
Respuesta 1 a las 3 preguntas: La importancia de nuestra identidad
Es necesario estar conscientes de nuestra identidad, de saber qué nos define como persona. Teniendo un punto de partida se puede avanzar. Si ni siquiera nos entendemos a nosotros mismos, no podremos lidiar con nuestros cercanos, mucho menos con quien nos invade o confronta. Mírate al espejo, o tras terminar de leer este texto, y pregúntate seriamente ¿Quién soy yo?
El valor se define por quién eres; una cosa lleva a la otra, y sin una no tendremos nada. Esto también dirá qué tanto te aprecias o te subestimas. Entender nuestra fuerza nos permitirá saber cuánto estamos dispuestos a avanzar, pero también cuánto hemos avanzado. el crecimiento personal también se determina por todo lo dejado atrás.
Ayudará a darnos un poco de amor propio de ser necesario o ser más humildes si somos lo suficientemente críticos de hablarnos con el corazón. También, nos hará entender que cada persona es un mundo y su valía es propia. Somos iguales, y a la vez únicos. La pregunta del valor nos da una de las más bellas reflexiones internas.
¿Cuál es tu propósito en la vida?
Respuesta 2 a las 3 preguntas: Sobre lo que queremos
Es muy sencillo. Pregúntate qué quieres, qué es lo suficientemente importante para ti como para sacrificarte, para estar dispuesto a darlo todo. No hablamos de un coche. Hablamos de metas, sueños, objetivos, eso que supondrá un verdadero salto en nuestra vida. Una casa, un hogar —no es lo mismo—, ese negocio que pretendemos sacar adelante, la tranquilidad financiera que hemos buscado toda la vida, vencer una enfermedad grave, salir de una dictadura… los objetivos nunca se acaban, los propósitos tampoco, nuestro crecimiento personal es ilimitado.
¿Cuál es tu destino?
Respuesta 3 a las 3 preguntas: ¿A dónde nos dirigimos?
Esta pregunta evoca una reflexión profunda, abstracta, pero hermosa. La respuesta no es una afirmación definitiva, sino un ejercicio de autoconciencia. Si lo abordamos desde el enfoque existencial y espiritual que sugiere Nick, el destino no es un lugar fijo ni una meta económica, profesional o social. Es más bien el propósito profundo que da sentido a nuestra existencia.
Nuestro destino no es algo que nos espera pasivamente, sino algo que se construye con cada decisión, con cada acto de entrega, con cada superación del miedo. No se trata de tener éxito en los términos del mundo, sino de cumplir con aquello para lo que fuimos creados o estamos llamados a ser.
Y estamos llamados a ser lo que nos propongamos, sabiendo quiénes somos y de donde venimos. Desde el punto de partida, avanzando con valentía porque conocemos nuestro valor. Entonces, la tercera pregunta se responde con lo que representan las anteriores. Es lo hermoso de ello. Nos enseña que todo está concatenado, pero determinado por nosotros mismos en gran parte. Transformación, el eje de todo, lo que nos impulsa verdaderamente a vivir y a ese crecimiento personal tan buscado.
La importancia de las 3 preguntas
Responder a estas 3 preguntas no es un ejercicio de un solo día, sino un proceso que nos acompaña toda la vida. Cada etapa nos obliga a repensarnos, a cuestionar lo que creíamos cierto y a redefinir nuestras prioridades. Lo importante no es tener una respuesta perfecta, sino atrevernos a buscarlas con honestidad.
Cuando entendemos quiénes somos, qué nos mueve y hacia dónde queremos caminar, dejamos de vivir en automático. Empezamos a tomar decisiones más conscientes, a valorar lo que tenemos y a luchar por lo que falta. Esa claridad, aunque parcial e incompleta, es la que nos da dirección y sentido.
Al final, la vida no se mide por cuántas respuestas acumulamos, sino por la forma en que habitamos las preguntas. Vivir con valor, propósito y destino no significa tener todo resuelto, sino animarnos a caminar con la certeza de que lo que somos y lo que hacemos importa.
Visita nuestro contenido en youtube: fdh canal
Fuente de la imagen: Gage Skidmore from Surprise, AZ, United States of America, CC BY-SA 2.0, vía Wikimedia Commons.
