Así se vive en Cuba: 150 años de retroceso

No es un secreto que el comunismo de conveniencia ha acabado con la hermosa isla de Cuba. Las condiciones son cada vez peores y día tras día, el panorama se hace más gris. Lo sorprendente es saber qué tanto ha retrocedido.

habana vieja, cuba

Cuba, cementerio de vida

Es realmente triste ver una situación de crisis humanitaria a tal magnitud en un país sin guerra. En Cuba la vida parece una moneda de poco cambio. Todo producto de la incompetencia de sus dirigentes, que han llevado a la ruina una región rica en recursos.

Cuba no está en guerra, pero parece llevar años de conflicto bélico por su situación cuando simplemente se debe a unos pocos que no sirven para nada. Exterminan al pueblo cubano silenciosamente y no les importa.

Condiciones incompatibles con el siglo XXI

Tras la caída del bloque soviético, Cuba enfrentó escasez severa, apagones prolongados, e infraestructura colapsada. Aun así, la situación actual es todavía peor, por imposible que parezca. Treinta años después, el país en vez de mejorar —algo imposible con su sistema atroz y el régimen totalitarista e inepto— se encuentra en peor estado posible.

La carencia estructural de recursos —como electricidad, agua potable, comida, medicinas e infraestructura— recuerda a momentos históricos como la caída del Imperio Romano o crisis medievales, donde la capacidad del Estado para sostener servicios esenciales desapareció (si es que realmente existió alguna vez, porque el estado siempre ha vivido de favores).

¿Dónde se encuentra Cuba actualmente?

Comparando a periodos, no está lejos de replicar sociedades del siglo XIX o incluso antes. Te mostramos las razones para entender exactamente el nivel de retroceso en el que se encuentra la Cuba actual.

1.       Servicios básicos colapsados

No hay electricidad, en Cuba los apagones son de hasta 24 horas diarias o incluso más, con déficit de generación superior a los 1 600–2 000 MW, afectando a todo el país. Tampoco hay gas doméstico; inexistente en amplias zonas, con sustitución forzada por carbón vegetal o cocción improvisada.  Por si fuera poco, el agua potable escasea; los cortes prolongados y algunos barrios pasan semanas sin suministro estable. Por último, la basura en las calles. Cuba es un vertedero gigante, con la población propensa y expuesta a enfermedades asociadas con la proliferación de plagas.

2. Infraestructura y entorno físico

Calles sin mantenimiento, baches profundos, aceras destruidas. Eso es Cuba hace décadas, pero al menos se hacían intentos vagos de manutención pública puntual. Hoy la bandera nacional como ciudad ondula con edificios en ruinas —la mayoría inhabitables— y derrumbes frecuentes con fallecimientos escondidos por el régimen.

Al unísono, el transporte público no existe. Los autobuses son insuficientes, el sistema de ferrocarriles es obsoleto, no hay capacidad, ni calidad, ni cantidad para mover a una isla que apenas llega a diez millones de habitantes —un número pequeño en relación a países que mueven el doble o más de habitantes en su estructura de transporte—.

3. Salud y abastecimiento

No hay medicamentos en los hospitales, ni siquiera los esenciales. La escasez de insumos quirúrgicos y los apagones que afectan incluso a unidades críticas parece ilógica e irreal. En las farmacias las estanterías se encuentran vacías o con medicamentos vencidos. Sí, vencidos.

Para colmo, las filas para raciones mínimas son interminables. El mercado negro comprende la principal vía de acceso a productos y los precios se mueven apenas por debajo del mercadeo en el exterior, cuando los salarios promedios y las pensionen no equivalen ni a veinte dólares en el mes. Impensable.

4. Economía y subsistencia

Precisamente, los salarios en moneda nacional no cubren ni siquiera lo mínimo básico. La inflación y la dolarización a fragmentado todavía más las capas sociales y provocados fallecimientos, hambruna, miseria. Esto ya sea directa o indirectamente. La economía —si se le puede llamar de esa manera— Depende casi en su totalidad de remesas, trueque o autogestión artesanal.

5. Sociedad y dinámica diaria

Horarios adaptados a los apagones, con actividades al amanecer o de madrugada para aprovechar breves períodos de luz. Se cocinan los pocos alimentos a los que se accede con métodos preindustriales (leña, carbón). Los desplazamientos a pie o en transporte animal en áreas rurales son el pan nuestro de cada día para poder a destino.

Comparaciones históricas de la Cuba actual

Aunque el país conserva algunos rasgos del mundo moderno —como el uso de teléfonos móviles, un acceso restringido a internet o la presencia de ciertos vehículos—, la vida diaria de la mayoría de los cubanos se asemeja mucho más a la de una sociedad preindustrial del siglo XIX, e incluso, en zonas rurales, a épocas anteriores.

La cocción de alimentos depende en gran medida de combustibles sólidos como el carbón o la leña; el transporte es limitado, fragmentado y en gran parte informal; las redes de agua y saneamiento funcionan de manera intermitente o inexistente; y la subsistencia se apoya en la producción artesanal, el trueque o el mercado negro.

Este conjunto de carencias dibuja un panorama en el que la tecnología y ciertos objetos del siglo XXI conviven con prácticas propias de hace más de 150 años. En términos civilizatorios, Cuba atraviesa un retroceso estructural que la sitúa fuera de los parámetros esenciales de la modernidad, funcionando como un híbrido anacrónico donde el presente y un pasado remoto se entrelazan en la vida cotidiana.

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